martes, 13 de febrero de 2024

TEXTOS INSTRUCTIVOS

 

Instrucciones para subir una escalera

[Minicuento - Texto completo.]

Julio Cortázar


Nadie habrá dejado de observar que con frecuencia el suelo se pliega de manera tal que una parte sube en ángulo recto con el plano del suelo, y luego la parte siguiente se coloca paralela a este plano, para dar paso a una nueva perpendicular, conducta que se repite en espiral o en línea quebrada hasta alturas sumamente variables. Agachándose y poniendo la mano izquierda en una de las partes verticales, y la derecha en la horizontal correspondiente, se está en posesión momentánea de un peldaño o escalón. Cada uno de estos peldaños, formados como se ve por dos elementos, se sitúa un tanto más arriba y adelante que el anterior, principio que da sentido a la escalera, ya que cualquiera otra combinación producirá formas quizá más bellas o pintorescas, pero incapaces de trasladar de una planta baja a un primer piso.

Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).

Llegado en esta forma al segundo peldaño, basta repetir alternadamente los movimientos hasta encontrarse con el final de la escalera. Se sale de ella fácilmente, con un ligero golpe de talón que la fija en su sitio, del que no se moverá hasta el momento del descenso.

FIN


Instrucciones para llorar

[Minicuento - Texto completo.]

Julio Cortázar

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

FIN


NORMAS PARA ANDAR EN BICI POR LA CIUDAD



¿Cuáles son las 5 normas básicas para ir en bici por la ciudad?

1. Lleva una correcta iluminación

Hay ciertos accesorios que son indispensables para cumplir con las normas de seguridad para bicicletas. Por ejemplo, si se circula por la noche, por pasos inferiores y túneles es necesario llevar una iluminación correcta.

2. No escuches música ni uses el móvil

Cuando estés rodando, concéntrate en tu bicicleta, la ruta y la circulación: ¡ya habrá tiempo para el teléfono móvil! Debes tener en cuenta que está prohibido utilizar auriculares conectados a receptores o reproductores de sonido, así como cualquier otro uso del teléfono móvil.

3. Usa un casco adaptado y homologado

Aunque en trayectos exclusivamente urbanos no sea obligatorio, es más que recomendable invertir en seguridad en cualquier salida en bicicleta, puesto que estamos expuestos a riesgos que no podemos controlar. Donde no hay excusa es en vías interurbanas: se debe llevar un casco homologado tanto por parte de conductores como de ocupantes, si es que los hubiera, que deben estar en una silla también homologada.

4. Señaliza tus movimientos

Las bicicletas no tienen intermitentes, pero igualmente podemos señalizar nuestros movimientos para facilitar la circulación con los otros vehículos y ahorrarnos sustos. Nuestro cuerpo, especialmente los brazos, nos ayudará a ello: cambios de dirección y paradas son los movimientos más determinantes. Hacernos visibles y avisar de nuestras próximas maniobras es esencial para evitar imprevistos.

5. Cede el paso cuando sea necesario

Por último, y no menos importante. A menudo, hay ciclistas que se confían y acaban por no parar donde sería necesario, pero se debe andar con cuidado por la seguridad de todos. Por supuesto, hay que parar obligatoriamente en los semáforos, salvo que nos encontremos tan cerca del lugar de detención que no pueda parar antes de forma segura. También en caso de ceda el paso y señales de detención obligatoria.


TAREA- (HAZ PRIMERO UN BORRADOR)

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